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Descalcificadores ecológicos TURBICAL, ¿Ya tienes el tuyo?

En pleno apogeo de la cultura por lo ecológico y el cuidado medioambiental, las industrias no dejan de investigar nuevas formas de adaptar sus productos de acuerdo a los compromisos medioambientales que todos deberíamos ya tener interiorizados.

En el caso de los tratamientos para combatir la cal, un proceso mediante el cual se neutraliza el exceso de cal del agua que afecta a nuestros hogares. Hasta ahora, en zonas donde predomina el agua dura, lo habitual es que, tanto en comunidades de vecinos, pisos, casas o comercios, tuvieran instalado un descalcificador con sal u otros elementos químicos que, a pesar de cumplir su función, afectan con altos niveles de contaminación el medio ambiente.

En la comunidad Europea, el número de pisos, casas, viviendas y comercios que usan este tipo de descalcificadores está decreciendo. Si todavía están en el mercado es porque no había otro tipo de tratamiento alternativo y por la fuerte promoción publicitaria que se ha hecho de ellos. Actualmente este tipo de sistemas están siendo sustituidos por un tipo de descalcificador sin sal , sin resinas y sin electricidad, totalmente ecológico, cuyos resultados son parecidos e incluso mejores que los anteriores, cuya instalación y mantenimiento nada tiene que ver con los antiguos.

Y es por ello que en Agua Pura Vida, queremos poner al servicio de todos, la más avanzada tecnología de TURBICAL, para ayudarte a mejorar nuestro medio ambiente.

¿Qué es TURBICAL?

El descalcificador TURBICAL, además de eliminar la cal del agua, acaba con las partículas sólidas y las incrustaciones calcáreas de las tuberías protegiendo la red, los electrodomésticos y los grifos.

Al contrario de los descalcificadores convencionales funciona sin salsin resina 
sin electricidad.

Necesita un mantenimiento mínimo y asegura una eficiencia y eficacia inigualable.

La instalación es sencilla y en caso de sustitución de un descalcificador de sal por un TURBICAL el cambio es muy importante en cuanto ahorro de espacio.

¿Cómo funciona?

Sin corriente eléctrica, sin sal, sin resinas perjudiciales para el medioambiente y nuestra salud.

Filtra hasta 3.500L de agua la hora

  • Utiliza una malla de 20 mirones, evitando que pasen materiales como metales, gravilla, óxido, parásitos de agua…
  • Después, un émbolo magnético situado dentro del filtro atrapa todos los materiales pesados que lleva la guía. Este tratamiento no permite que los sedimentos se incrusten en las diferentes partes de la instalación de la casa (tuberías, grifos, electrodomésticos…)
  • Utiliza un proceso de ionización, creando un campo magnético que cambia la estructura molecular del agua. Esto rompe los grandes »clústeres» de las moléculas, obteniendo pequeñas unidades moleculares que revitalizan el agua.
  • El tratamiento físico del agua hace que el equipo sea muy adecuado al no modificar químicamente la composición del agua y no tira agua contaminada al alcantarillado con sales ni resinas.
  • También acaba con el traslado y almacenamiento de sacos de sal y su aportación periódica. De esta forma la cal deja de ser un problema para nuestras instalaciones y electrodomésticos.

¿Qué nos diferencia?

Si aún te quedan dudas sobre por qué esta opción es mejor que la salina

  • El agua con alto contenido en sodio que se emplea en la fase de regeneración de la resina se evacua por el desagüe, convirtiéndose en una gran fuente de polución ya que el sodio es un componente muy contaminante y difícil de eliminar​.
  • En varias comunidades está prohibido, se está mirando de prohibirlo en Cataluña, lo cual te obligaría a llegar a un punto limpio los residuos de tu descalcificador semanalmente, tendrías que instalar aparte un deposito de mínimo 500L).
  • Además, el agua descalcificada puede tener un sabor ligeramente salado y puede producir problemas de salud para las personas que están en una dieta restringida en sodio. Este problema se puede solventar instalando un tratamiento de ósmosis inversa en la cocina, cuya función es eliminar el sodio que pueda contener el agua descalcificada.
  • El proceso de regeneración supone un gran gasto de agua. Cada descalcificador necesita realizar este proceso entre 4 y 7 veces al mes y en cada uno gasta unos 250 litros lo que supone que la factura del agua aumente de una forma notable.
  • A la larga corroe nuestras tuberías.
  • El exceso de sal en el agua puede provocar que la ropa que esté en contacto con esta mucho tiempo se acabe deteriorando.

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